Se trata de una capacitación en prevención que estuvo destinada a empleados de judiciales y del Ministerio Público.

Los especialistas informáticos Javier Come y José Ramón Delgado expusieron sobre “Delitos Informáticos. Investigación Forense”. Javier Come es licenciado en Redes y Comunicaciones de Datos en la Universidad de Palermo y trabaja en el Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal de Buenos Aires. José Delgado trabaja para el Ministerio Público Fiscal, específicamente en el área de tráfico de pornografía infantil.
La capacitación se desarrolló en dos jornadas durante el martes y miércoles último en el Salón de Actos del Club Sirio Libanés, organizado por la Escuela de Capacitación Judicial que depende de la Corte de Justicia. En la primera los disertantes hablaron desde la teoría y en la segunda bajaron los contenidos en la práctica.

Durante la disertación los capacitadores informaron sobre distintas herramientas tecnológicas que se utilizan para las investigaciones en causas criminalísticas, cómo acceder a esos programas y contenidos y cómo con una simple imagen se puede llegar a determinar la participación o no de una persona en un hecho delictivo.
Los expositores dijeron que, por ejemplo, “nuestros hijos juegan con sus compañeros con la Play Station y pueden elegir interconectarse con cualquier usuario, por lo que el peligro está latente por cualquier red. Por WhatsApp web es fácil llegar a cualquier persona.” Sin embargo, Delgado resaltó en la charla que “no debemos prohibirle a un niño que use el celular sino que hay que enseñarle”. Además destacaron que es importante saber qué hacer en un caso de grooming y de amenazas porque “todos tenemos usuario, una cuenta de mail.”, argumentó Come.


En la segunda jornada, los expertos comentaron un caso particular de pedofilia que se detectó al analizar el perfil de Facebook de la persona. “Nosotros hemos detectado que los pedófilos empiezan buscando en Facebook. Por eso se los identifica rápido y se los denuncia”, comentó Delgado. Esto es así porque las investigaciones comienzan cuando los investigadores son alertados por las empresas según contenidos e imágenes que detectan en los perfiles de las redes sociales de la persona que es un potencial pedófilo. Y en la investigación utilizan distintas herramientas digitales que permiten armar el perfil de la persona.

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